martes, 3 de enero de 2012

Capitulo 11

No estoy segura si he obrado bien o mal, de si esto es un buen paso a la vida, o de una sentencia a mi muerte. No estoy segura de que no te necesite, creo que me tragaré mis palabras, porque ahora siento la necesidad de tenerte a mi lado. No me creo que al destino le guste jugar así de sucio y de una manera tan poco ética. No creo que la gente me entienda, pero para mí todo lo que he hecho tiene perfecto sentido. No estoy segura de que se pueda conseguir una paciencia infinita, ni que se pueda ser tan fuerte como una roca. No me creo que exista una vida en la que no haya dolor, no me creo que haya alguien en el mundo que sea totalmente feliz para toda su vida, ni de que las historias de hadas, existan. Pero de algo si que estoy totalmente segura, que no me arrepiento de nada, que si fallo pues memorizo para no cometer el mismo error. Que todo el mundo me ha enseñado cosas diferentes, y nunca me olvidaré ni de nada, ni de nadie. Porque de eso también estoy muy segura, que la vida me seguirá poniendo muchísimas trampas, y yo las enfrentaré como la chica fuerte que he aprendido a ser.
De camino ha Córdoba, fui mirando las fotos que me habían dado ayer mis amigos mientras escuchaba música, mis canciones preferidas, me trajeron recuerdos de todos los momentos vividos. Empeze a mirar fotos de mis amigos mientras la música sonaba. Termino "What the Hell" de Avril Lavigne y pase a la siguiente, "Boulevar of Broken Dreams" de Green Day, eso es lo que a mí me pasaba... Tenía los sueños rotos.
Acomode mi cabeza en algún lugar cerca de la ventanilla y mire el exterior, recordé a mis amigos, a todo lo que había dejado atrás en mi mente cruzo una imagen de Fran y una lagrima cayó sobre mi mejilla, antes de que el sueño me venciera.
Cuando desperté habíamos entrado en una ciudad preciosa de la que sospechaba que su nombre era Córdoba, mientras veía al tráfico discurrir me acorde de mi querida playa, como la echaría de menos.
- Ya te has despertado.- Pegue un brinco de mi asiento, estaba tan pendiente de lo de fuera que apenas me di cuenta de que me estaba mirando.
- Si yo también lo creo.- Me dolía el cuello una barbaridad y tenía la boca reseca, odiaba la sensación pero me encantaba dormirme en el coche, aunque fuera incomodo pero me sentía bien.
Escuche la risa unísona de mis padres, mi labios se curvaron ligeramente intentando formar una sonrisa aunque al final me resigne, no era lo suficiente feliz para poder sonreír.
- Ahora después pasaremos por tu nuevo instituto.-
Seguí viendo como dejábamos coches atrás y pasamos por calles llenas de gente, estaban realmente maravillada. Al poco rato nos paramos enfrente de un edificio con un cartelito que solo su presencia me daba miedo, luego lei lo que ponía dentro.
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA BLAS INFANTE
Eso si que me daba miedo...
Cuando por fin llegamos a lo que parecía mi nueva casa me quede impactada al ver lo enorme que parecía, más incluso que la de antes. Baje del coche y abrí la puerta. No sabría como describirlo pero era impresionante, corrí hasta el final del pasillo, donde se encontraba el salón, ahora mismo vacío y al final un gran patio con muchas flores, era precioso y sospeche que pasaría muchas noches en ese lugar. Volví ha donde estaban mis padres, ahora mi tristeza era más leve estaba animada aunque sabía que aquella noche no dormiría.
- ¿Donde esta mi habitación?.- Estaba intrigada por descubrirla...
- Subes las escaleras, al final del pasillo.-
Subí y me encontré con un amplio pasillo cuando llegue al final roce el manillar sin llegar ha abrir la puerta, cerre los ojos y una imagen de mis amigos cruzo mi mente y luego consegui abrir la puerta y me quede maravillada al ver lo que veía, una habitación enorme, paredes de color zafiro y en una de ellas había un gran dibujo de un chica surfeando en una gigantesca ola que intentaba devorarla. En medio de la habitación, estaba mi nueva cama, me tire encima de ella y mire un momento hacia arriba y vi la espectacular lampara...
Luego fui al tocador que había cerca de el armario y rebusque en los cajones buscando algo aunque no había nada, luego ve fije en el marco del espejo con conchas, las toque delicadamente con miedo de romperlas.
Fui de nuevo a la cama y cogí mi móvil y empece a mandar mensajes, estaba triste por mis amigos. Tardaría mucho en volver a tener un razón por la que sonreír.
Si tu sueños están rotos, ¡PÉGALOS! Un sueño roto bien pegado puede volverse aún más bello de lo que era.

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